Cerebro y literatura… ¿o al revés?

-  Y tú, ¿a qué te dedicas?

- Escribo.

-Sí, pero ¿de qué vives?

Nos enseñan a leer y a escribir en el colegio, pero, ¿qué tiene que suceder para que alguien se convierta en Escritor?

¿El escritor nace o se hace? O, acaso, deban cumplirse ambas condiciones.

Hoy les queremos compartir el enlace a un artículo muy interesante, publicado en el diario mexicano El Universal, firmado por Elizabeth Hernández Apráez, en el que la autora aborda, de manera muy extensa y documentada, qué y cómo es el cerebro de un escritor.

«La literatura es hija del cerebro. En este misterioso órgano, de consistencia gelatinosa, blando como el paté, que pesa menos de dos kilos, que se halla enroscado y oculto bajo los huesos del cráneo, se encuentra todo lo que un escritor necesita para escribir: las palabras, las emociones, la creatividad, la imaginación, las historias y la memoria. A través de esta masa encefálica, del tamaño de una coliflor, con forma de nuez y llena de neuronas, el autor describe el mundo que le rodea…» (seguir leyendo…)

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Nuevo curso

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Para algunos, las vacaciones están comenzando. Para otros, terminando. Para el resto, incluida la tres catorce no solo libros, arranca el nuevo curso.

Lo comenzamos con algunos ligeros cambios que van notando los que ya nos conocen…

–  ¡¿Ya lo habéis vuelto a cambiar todo, eh?!

– … ejem… Como nos quedamos solos, pues por no aburrirnos…

¡Qué bueno es reencontrarnos con nuestros lectores amigos! Con calma, relajados, van descubriendo los nuevos libros y  los libros nuevos, que no es lo mismo, pero es igual.

También se van encontrando con los nuevos regalos y «chucherías», chulas y originales, que hemos ido adquiriendo por el mundo, conviviendo en perfecta armonía con nuestra exquisita selección de cuadernos, libretas, agendas, calendarios… ¿Cómo comenzar un nuevo curso sin una libreta especial? De Portugal, Alemania, Francia, Italia, México… para todos los gustos y exigencias, siempre cuidando el diseño y la calidad del papel.

Y, en la trastienda, hemos terminado de afinar el calendario de actividades con las que daremos por inaugurado el nuevo curso en el mes de septiembre. Tomad nota, porque no os podéis perder ninguna:

Jueves 13, 19.30 hrs.

Un lujo para nosotros recibir al escritor bilbaíno, Justo Somonte, residente en México, que nos hablará sobre su recién publicado libro en España,  Los equívocos (Trama editorial). Para celebrar,  serviremos Vivir sin dormir de Bodegas Arráez.

«Una madrugada de un par de décadas atrás me encontré pensando en nosotros, los seres humanos. Y lo que parecía un juego del pensamiento se tornó en apasionada curiosidad por averiguar algo sobre esta obligada aventura.

A lo largo de los últimos años ese insospechado interés se ha convertido en un examen ambivalente de la vida. Por un lado, crítico por el requisito de devorarnos unos a otros para subsistir. Pero, por otro lado, una alabanza al extraño animal pensante que somos…».

Sábado 22, 19.30 hrs.

Nuestras paredes se llenan de arte. La primera tarde de otoño, os invitamos a la inauguración de la exposición de Elena Somonte, artista plástica mexicana,  que no ha dudado ni un segundo en cruzar el charco para traernos su exposición «Lotería Chamánica», una muy particular visión de la artista sobre el popular juego de mesa mexicano. El arte y el vino Mala Vida os esperan.

Sábado 29, 19.30 hrs.

 «Letra y música» es nuestra propuesta literaria musical para la temporada otoño-invierno. A cargo de The Medicine Man, Fernando Álvarez-Ude, en la letra, y los Rockets Blues Band, versión acústica, en la música. ¿O era a la inversa?… Habrá que descubrirlo en directo…

Pues sí, hemos comenzado el curso con mucha energía. Los esperamos en la tres catorce no solo libros (García de Paredes 25, Chamberí), para compartirla.

 

 

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Vigorexia lectora

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Pues nada, queridas y queridos lectores, que en la era de los algoritmos para todo lo que se relacione con el consumo y nuestra vida cotidiana, los libros no podían quedar al margen del concepto 1 persona=1 consumidor y entre más consuma, «más mejor», diría el frutero de la esquina.

Así que, si este verano, a la hora de hacer la maleta, no sabéis cuántos libros llevar para el tiempo que pensáis dedicar a su disfrute, no os preocupéis, ya existe la herramienta para darnos respuestas: ¡una calculadora de lectura!… 

Sí, sí, sí… Basta con teclear el título y/o autor de los títulos escogidos. A continuación desplegara un pequeño texto relacionado al libro en cuestión, el cual, una vez clickada la flecha del play, medirá el tiempo que tardamos en leerlo hasta que demos al stop. A continuación, la súpermegainútilherramientaalgorritmica, hará un cálculo preciso sobre el tiempo que tardaremos en leer el ejemplar.

Da igual la comprensión del texto. Se trata de regresar del verano presumiendo de musculibros. ¿Os imagináis las conversaciones en la oficina?

–  Pues yo me leí veinte libros en mis vacaciones…

– ¡Bah! Eso no es nada. Yo me levantaba a las ocho y sin parar hasta la cena: diez al día.

Y es que la súper herramienta nos asegura que podemos leer El Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes,  en siete horas y treinta y cinco minutos. Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, en dos horas y veinte minutos. Bastan treinta y cinco minutos para leer Pizca de sal (Trama editorial), de nuestra socia Alejandra Díaz Ortiz.

Eso sí, lectores nuestros, que quede muy claro que una cosa es cantidad y otra, que os enteréis de lo que estáis leyendo… Si es que a eso se le puede llamar leer…

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leer

Un librero, ¿nace o se hace?

Como cualquier otro sitio abierto al público, una librería es una fuente inagotable de historias y anécdotas entre los que la visitan y los que se encargan de ella. Sin duda, la mayoría resultan entrañables y muy divertidas.

En el caso de la tres catorce no solo libros ya contamos en la memoria con un buen puñado de ellas. Nada más abrir, recordamos con mucho cariño a nuestra lectora más joven (apenas once años), que sacó dinero de su hucha para llevarse un ejemplar del Diario de Ana Frank. O de la enamorada de la poesía que encontró un libro de la poeta Alejandra Pizarnik. Nos contó, emocionada, que se lo había prestado a un exnovio suyo al que no había vuelto a ver. Se fue convencida de que era el mismo ejemplar que había dado por perdido. Hace unos días, una pareja nos preguntó por algún libro sobre Rajoy. Les tuvimos que indicar la sección de historia. Tenemos una lectora que suele visitarnos una vez al mes en busca de libros subrayados, por él o los, anteriores lectores. Nos asegura que el subrayado ajeno le da otra perpectiva de la lectura, «es como si leyese una obra distinta».

Si a esto le sumamos la cantidad de «secretos» que vamos encontrando entre las páginas de los libros que nos van llegando, en forma de cartas, dedicatorias, fotografías, pétalos de una rosa que alguna vez emocionó a alguien, recetas de cocina, marcapáginas, presupuestos para pintar una casa, afiches, etc., resulta inevitable recordar uno de los libros más memorables que se han escrito acerca de las librerías, los libreros y, sobre todo, de sus clientes. «Memorias de un librero» de Héctor Yánover (Trama editorial).

(Nos permitimos enlazar una reseña del libro, publicada en «La cueva de mis libros»)

«Hay muchas formas de contar una vida. Una de las más sugerentes es, sin duda, atravesando la senda de los libros. Héctor Yánover (1929-2003) fue el librero más famoso de Buenos Aires. Durante muchos años regentó la mítica Librería Norte. Naturalmente, un trabajo de este tipo hace que los libros, además de un oficio, se conviertan en el envoltorio onírico de las propias vivencias. En “Memorias de un librero” recopila una procesión de anécdotas vinculadas a su experiencia como librero. O mejor, a su experiencia como amante de los libros, pues lo que recoge es un canto al libro como refugio, antes que como negocio… (seguir leyendo)

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Yánover

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A pie de calle

Cuando entras a una librería a pie de calle corres el peligro de que alguien te salude y te de la bienvenida. Que te sonría y hasta te comente algo sobre los libros recién llegados. Sí, corres el peligro de pasar un rato agradable con seres parecidos a ti. Te arriesgas a encontrar algo que te interese e, incluso, tener que llevártelo por culpa del irresistible tacto del papel. Y qué decir del olor de los libros o del atractivo de sus títulos y/o portadas.

Sí, entrar a una librería a pie de calle se puede convertir en una experiencia de alto riesgo, pues es más que probable que salgas de ahí cargado de libros inesperados tras haber puesto en marcha varios de tus sentidos, incluidos el común y el sexto.

Es, sin duda, una de las grandes diferencias entre comprar del modo tradicional o acudir a la compra online.

El artículo que enlazamos a continuación, publicado en El Diario.es y firmado por Álvaro Hernández, nos da una idea de lo que nos podemos encontrar en «las otras»  librerías, las que están a pie de teclado…

Por qué hay en Amazon novelas de 20 euros que se venden por más de 10.000

Algunos de los best sellers más famosos del mundo literario pueden ser comprados en Amazon por poco más de 20 euros. Sin embargo, en la plataforma que ha hecho a Bezos uno de los hombres más ricos del mundo también hay triquiñuelas: algunos títulos sin nada de especial están a la venta por miles de euros, a la espera de que ingenuos compradores crean tener ante sí una joya descatalogada. (Seguir leyendo…)

De la palabra al libro hay mucho trecho

Hoy nos tomamos el atrevimiento de enlazar un interesante post publicado en el blog de  Julián Marquina acerca de las distintas profesiones que se involucran en el proceso de creación de un libro. Y, como bien apunta el autor en su artículo, podrían ser muchas más, pero digamos que, veintiuna son las mínimas…

«Desde que un libro es escrito hasta que llega al lector final puede pasar por distintas fases o manos. Uno de esos caminos puede ser ese en el que un escritor manda su obra a una editorial. Esta revisa el manuscrito y, si lo valora positivamente, manda a corregir, imprimir y distribuir el nuevo libro entre librerías y bibliotecas. En este corto camino, el libro ha pasado por el escritor, el editor, el corrector de textos, el impresor, el distribuidor, el librero y el bibliotecario. Sí, son unas cuantas manos para ser un camino corto… pero ahí no queda la cosa, y es que hay muchas más profesiones y oficios alrededor del libro y la lectura.

 Antes de continuar, me gustaría decir que no ha sido fácil hacer este post. Es difícil hacer un listado de este tipo sin excluir a nadie. Ya de entrada hay profesiones como el archivero, el documentalista, filólogo, filósofo, historiador, lingüista o profesor que he dejado fuera de la lista, aun mereciendo estar en ella por su relación con el libro. Pido disculpas y valga dicha mención como reconocimiento.También me gustaría comentar que la autoedición está haciendo el camino mucho más corto. Tan corto como que puede estar formado únicamente por el escritor al realizar este todas las profesiones anteriormente comentadas.

No contar con una editorial hace que sean los propios autores los que tengan que trabajar todo el proceso que implica su propio libro. Es decir, que además de hacer la creación intelectual tienen que editar el libro: corregirlo, maquetarlo, hacer el diseño, la publicidad, la distribución, venta…

Agradecer la ayuda prestada por Txetxu Barandiarán en la elaboración del listado. Con él he descubierto profesiones como el scout literario o el negro (o escritor fantasma), y algunas otras que he dejado en el tintero, como: promotor literario, fotógrafo, publisher, administrativos…. (Seguir leyendo) «

¿Piedra, papel o pantalla?

¿Libros en papel o lectura digital?

Hoy queremos compartirles un interesante artículo publicado en despiertacultura.com sobre las razones por las que nuestro cerebro prefiere los libros en papel…

«El cerebro humano puede percibir un texto en su totalidad como una especie de paisaje físico. Cuando leemos, construimos una representación mental del texto. Al pasar las páginas de un libro de papel, se realiza una actividad similar a dejar una huella tras otra por un sendero, hay un ritmo y un registro visible del transcurrir de las hojas impresas.

La reconocida revista Scientifican American publicó un artículo que pretende explicar esta paradoja: en la época de la hiperconectividad, cuando cada vez tenemos más equipos que nos permiten leer y contamos con acceso a bibliotecas enteras en formato electrónico, muchos siguen prefiriendo el papel. 
El libro tradicional, la revista, el diario, siguen siendo favoritos. Y aunque resulte difícil de creer, como docente universitario escucho frecuentemente la pregunta de muchos alumnos jóvenes… (seguir leyendo)».

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